La compañía automovilística está estudiando instalar una red de comunicaciones inalámbrica propia en sus vehículos con el objetivo de compartir información sobre el tráfico y evitar accidentes. Aunque la tecnología del automóvil ha mejorado mucho aún estaba pendiente mejorar la comunicación con el exterior y hacerla más activa, eso mismo es lo que pretende esta red inalámbrica Wi-Fi mallada.
Serán redes ad-hoc de alta potencia y fuertemente cifradas. Los vehículos se conectarán automáticamente entre sí en radios de unos 640m, y a medida que el vehículo se mueva se conectará a nuevos dispositivos mientras se desconecta de los anteriores.
Algunos objetivos más concretos que se pretenden conseguir con esta red de información podrían ser: advertir sobre situaciones de emergencia peligrosa como que el coche delante está realizando una frenada peligrosa o evitar atascos en las grandes ciudades con el consiguiente ahorro de tiempo.
Aunque aún sólo es un proyecto la idea no tiene desperdicio, y si terminara llevándose a cabo estaríamos un paso más cerca del coche inteligente, ese coche que a diferencia del ser humano, no comete errores ni tiene accidentes.