La Red de Operadores de
Telecomunicaciones Europeos, conocida como ETNO por sus siglas en inglés, no
está contenta con la reciente decisión de Bruselas por lo que respecta a la
neutralidad de red. Lo han definido como “un
paso en la dirección equivocada” (enlace en inglés).
ETNO afirma que la imposibilidad
de dar prioridad a ciertos tipos de tráfico hará más difícil prestar servicios
de alto valor añadido. De este modo, los más afectados serían aplicaciones como
la telemedicina, educación a distancia, y televisión IP.
Asimismo, GSMA, una asociación
similar pero de carácter global, afirma
que esta normativa pone en peligro las inversiones en el sector.