Ya os contamos ayer que la compra de Canal + por parte de Telefónica ya ha sido aprobada por la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia CNMC por la cual la operadora se hace más fuerte y pasa a acaparar el 80% de los ingresos por TV de pago y a acumular el 80% de los clientes.
Abusivo o no, Telefónica ha tenido que aceptar una serie de condiciones que os detallamos a continuación:
Sus competidores tendrán acceso al 50% de los canales “Premium” con los que cuenta ahora Telefónica tras la compra y entre ellos tendrá que incluir aquellos de mayor demanda que contengan eventos deportivos y películas y series de estreno.
Telefónica limitará a tres años la duración de sus contratos de adquisición de contenidos y nunca por adquisición preferente.
No podrá adquirir derechos exclusivos que no vayan a ser explotados a excepción de sus producciones propias.
Deberá tramitar las solicitudes de baja en un periodo máximo de 15 días renunciando a la aplicación de cláusulas de permanencia bajo determinadas circunstancias.
También deberá garantizar el mantenimiento y cumplimiento de los contratos vigentes de Canal +.
En cuanto a su red, Telefónica se ha comprometido a prestar servicios de acceso a su red con capacidad de garantías y calidad a terceros con al menos 3 rutas de acceso.