El servicio universal es en realidad el conjunto de servicios que se garantiza a todos los usuarios sin importar su localización geográfica, cumpliendo con ciertos requisitos de calidad y con un precio asequible.
En el año 2012, Telefónica y TTP fueron designadas como las empresas que prestarían ese servicio universal, incluyéndose por primera vez el acceso de banda ancha de un mega para todos.
Es por estos servicios universales que la CNMC obliga a Telefónica (7,6 millones de euros), Telefónica Móviles (6,02 millones), Vodafone (4,2 millones) y Orange (3,49 millones) a abonar el total de 21,4 millones de euros por ese concepto.
A partir de la notificación, las operadoras tienen un mes para ingresar los montos en la cuenta abierta para ese fin, y en caso de no realizar el pago en el plazo establecido, comenzarán a cobrarse los intereses de demora legales más dos puntos por penalización.