¿Quién financia el activismo por la neutralidad de la red?

La neutralidad de la red nos parece, a la mayoría, un concepto noble, que evita que las operadoras se adueñen de los cables que nos permiten acceder a la gran biblioteca, videoteca y centro de comunicaciones que es Internet, y que nos hagan ver lo que ellas quieren o utilizar exclusivamente los servicios que desean, democratizando con ello la red de redes.

No obstante, Strand Consulting, consultora danesa especializada en el sector de las telecomunicaciones, y fundada y dirigida por John Strand, ha publicado el informe Follow the money – Net Neutrality Activism Around the Globe en el cual revela ciertas conexiones que, por lo menos, hacen que el movimiento en favor de la neutralidad de la red no parezca tan inocente por lo que respecta a algunos de sus componentes.

Strand Consulting ha hecho gala, a lo largo de los años, de una indisimulada hostilidad hacia los apologistas de la neutralidad de la red, defendiendo que las redes de comunicaciones han sido construidas por empresas privadas que tienen y están en el derecho de sacar partido económico de dichas redes para mantener las inversiones.

En este sentido, la consultora danesa es defensora de un modelo económico que podríamos considerar como liberal, recomendando una intervención mínima por parte de las instituciones públicas, especialmente las europeas.

Entre estas, las críticas de John Strand se han dirigido especialmente a la Comisión Europea y al BEREC (Body of European Regulators for Electronic Communications), por unas decisiones que considera sesgadas debido a la influencia del lobby pro neutralidad de la red, y por la necesidad de la Unión Europea de recuperar terreno ante la opinión pública.

En este sentido, decisiones como la de eliminar el roaming o garantizar la neutralidad de la red son populares entre los ciudadanos de los países de la Unión, y han sido criticadas por su forma y fondo desde Strand Consulting.

John Strand acusa al lobby pro neutralidad de lanzar una campaña global coordinada, apoyada en intereses escondidos de grandes corporaciones, y que se ha basado en un activismo ciudadano fomentado por entidades teóricamente independientes pero financiadas por corporaciones empresariales y grupos políticos, respaldadas por la prensa.

¿Nos encontramos ante un ejemplo elaborado de lo que es la “post verdad”?

Si estamos de acuerdo con los argumentos presentados por Strand, sí; según el informe, las entidades reguladoras como el BEREC han escondido información sobre alternativas a las regulaciones actuales que garantizan la neutralidad de la red, y que también pueden garantizar una Internet abierta.

Con anterioridad, la consultora danesa ya había acusado a estos mismos organismos reguladores de falta de transparencia en su proceder y deliberaciones, transparencia que Strand Consulting ha solicitado explícitamente varias veces.

El informe de Strand Consulting no es público, sino que ha sido puesto a la venta por un precio de 1.000 €. Esto no debe extrañarnos; las consultoras viven, principalmente, de la realización y venta de informes.

Y a ti ¿qué te parece? ¿Crees que hay algún interés oculto tras el movimiento en pro de la neutralidad de la red? ¿o crees que las operadoras y otros grupos de interés están contraatacando para torpedear este derecho?

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