Ambos extensores operan en banda dual (2,4 y 5 GHz) para los dispositivos conectados, pero utilizan solamente una frecuencia para comunicarse con el router, optimizando de esta forma las comunicaciones.
Son compatibles con los estándares Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac. El AC750 Plug-In Wi-Fi Range Extender ofrece una velocidad de 300 Mbps en la banda de los 2,4 GHz, y de 450 Mbps en la de los 5 GHz, brindando de esta forma un rendimiento combinado de 750 Mbps a los usuarios. Por su parte, el AC1200 ofrece los mismos 300 Mbps en la banda de los 2,4 GHz, mientras que en la de los 5 Ghz llega a los 867 Mbps, ofreciendo en total 1.167 Mbps.
Su formato ha sido pensado para que sean extensores «de enchufe», es decir, la unidad incluye la fuente de alimentación y el enchufe, sin cables que vayan de uno de los aparatos al otro. Por lo tanto, tanto uno como otro son dispositivos que pasan muy inadvertidos en una oficina o domicilio, ya que apenas ocupan el espacio de un enchufe, siendo idóneos para su uso en lugares en los que debamos cuidar la estética.
La configuración también es muy simple, y podemos realizarla desde nuestro smartphone, conectándonos al extensor e indicándole qué red inalámbrica debe extender.
El AC750 ofrece una ampliación de cobertura de hasta 325 metros cuadrados extras, mientras que para el AC1200 esta ampliación es de hasta 465 metros cuadrados.
Tanto uno como otro también incluyen un puerto de red Ethernet, de forma que podamos conectar dispositivos como un ordenador de sobremesa, una videoconsola o cualquier otro que no disponga de conectividad inalámbrica.