Todo estaba listo para que se celebrara, el próximo jueves día 27 de julio, el evento Gaming Ladies, dedicado a la presencia de la mujer en la industria del videojuego. Debía celebrarse en las instalaciones que King, empresa creadora de juegos como Candy Crush, tiene en Barcelona, y que aquel día funcionarían como un «espacio no mixto» para las asistentes, es decir, como un espacio en el que sólo habría mujeres, libres de acoso machista de cualquier tipo, algo que se da con frecuencia en el ámbito del gaming.
Sobra decir que, desgraciadamente, en la época en la que vivimos, todavía se hace necesaria la existencia de este tipo de espacios, algo que en pleno 2017 ya no debería ser así. La mera necesidad de la existencia del feminismo para reclamar la igualdad de oportunidades y condiciones entre sexos debería ser ya algo innecesario por haber sido conseguido hace tiempo. Pero no, todavía hay muchos hombres que viven unos cuantos siglos atrás en el calendario, y que hacen del activismo feminista algo de total vigencia y necesidad hoy en día.
Ha sido el caso de algunos tuiteros, que se lanzaron, tales buitres sobre carnaza (pero con intenciones menos nobles que las de las pobres aves de las que tan banalmente utilizamos su nombre), a un delirio persecutorio contra el evento, al que tildaron de discriminatorio por no admitir hombres. Como he dicho antes, desgraciadamente, esto es necesario en pleno siglo XXI precisamente por sujetos como los que criticaban la organización de tal acto.
La polémica no tardó en llegar a Forocoches, punto de encuentro de, entre otros, algunos de los especímenes más misóginos y retrógrados de la Internet española, los cuales, además de «poner a parir» el evento y a su organizadora (la periodista especializada en videojuegos y activista feminista Marina Amores), pergeñaron una estratagema para boicotear el acto desde dentro: disfrazarse de mujer para acceder a la conferencia.
Como podemos ver en la captura de pantalla (y realizada por el periodista Pepo Jiménez, al igual que las demás capturas), el boicot fue organizado en toda regla, al cual se apuntaron de forma entusiasta algunos foreros.
También cabe decir que algunos foreros tildaron la propuesta de poco menos que infantil, denostando a quien hacía la propuesta. De todo hay en la viña del señor, dicen, y de todo hay también en Forocoches.
El tono se fue elevando y el ambiente caldeando, hasta que, temerosos de lo que pudiera suceder el día 27, desde King se decidió suspender el evento por seguridad.
«Hemos decidido aplazar este evento por el momento por dos razones. En primer lugar, queremos sopesar los comentarios que hemos recibido en torno al evento y, en segundo lugar, por la seguridad de nuestro personal y las personas inscritas para asistir al evento» es parte del comunicado que King ha emitido al respecto.
No se les puede culpar; las amenazas recibidas serían suficientes para que cualquiera que cede unas instalaciones a un tercero se lo piense dos veces. ¿Victoria de los «machos»? Solo temporal; Marina sigue adelante, en fechas próximas -todavía por determinar- celebrará el evento, aunque todavía no se sabe dónde. Nadie gana la guerra por ganar sólo una batalla.
Y, hablando de batallas, el interés que despertó el evento hizo que se multiplicara por diez la asistencia respecto a la primera edición. Y el eco mediático que está teniendo la acción de boicot puede repercutir en un incremento todavía mayor de la audiencia. Si esto es así, al final, la chapucera tentativa de boicot se habrá girado como un boomerang contra los organizadores de la acción. Justicia poética.