Un smartphone de gama alta que, fácilmente, nos puede costar a partir de 600 euros y hasta 1.000 o más, bien se merece una protección a la altura de lo que nos cuesta, ya que no es cuestión de que a la primera caída que sufra, o el primer golpe, nuestra inversión se vaya a la basura.
InvisibleShield es una marca de la fabricante ZAGG bajo la cual esta última empresa comercializa soluciones de alta protección para dispositivos como smartphones, tablets y smartwatches. Su última creación es el cristal protector Glass Curve Elite para los nuevos Samsung Galaxy S9 y S9+.
Dispone de una capa que le permite absorber los golpes y arañazos infligidos a la pantalla, capa que utiliza una tecnología patentada por ZAGG.
Contando que la pantalla de los Galaxy S9 y S9+ es curvada, el Glass Curve Elite ha sido diseñado para proteger todos sus ángulos, que se adhiere a la pantalla ofreciendo la sensibilidad al tacto precisa para responder correctamente a cada toque y deslizamiento sin que la superposición de este protector reste funcionalidad a la pantalla táctil de los nuevos terminales de Samsung. La protección adhesiva de borde a borde permite que el aire no quede atrapado entre la pantalla y el protector, lo que se traduce en una mejor experiencia de tacto para el usuario.
Los bordes han sido meticulosamente curvados para ofrecer un ajuste preciso y sencillo, mientras que su capa amortiguadora ofrece una excelente protección contra los impactos, y sus pestañas EZ Apply facilitan su aplicación sin dejar burbujas.
Es también resistente a manchas, y permite reducir las huellas dactilares que quedan en la pantalla del smartphone debido a su uso.
El InvisibleShield Glass Curve Elite de ZAGG ya se encuentra disponible online y en tiendas a un precio de 44,99 €, ofreciendo garantía limitada de por vida que cubre el desgaste o los daños durante su vida útil.