Pese a que en temas de flashes para iluminar las fotografías que tomamos con nuestros smartphones, hemos avanzado mucho y ahora son varios los fabricantes que dotan de algún tipo de flash en la cámara delantera a sus terminales, no todos disponen de dicha funcionalidad, y menos aún si retrocedemos a modelos un poco antiguos.
Algunos de estos terminales con flash delantero utilizan una técnica de iluminación simple, consistente en no montar ningún hardware de flash LED en su frontal, sino utilizar la pantalla iluminada -generalmente en color blanco o similar- y con el brillo al máximo, para iluminar la escena.
En los teléfonos en los que no dispongamos de esta funcionalidad por software, podemos añadírsela mediante un programa que descargaremos cómodamente desde la tiendas de aplicaciones Google Play. Y me refiero concretamente a Play porque en el caso del iPhone de Apple, este ya dispone de la mencionada funcionalidad.
De todas las apps existentes que realizan la misma función de iluminación de la pantalla a modo de flash, he elegido Flash Selfie por su simplicidad.
Tras instalar la app y ejecutarla, lo que se abre ante mi es un entorno de aplicación fotográfica extremadamente simple que no nos deja seleccionar parámetros de la imagen como su resolución, sino solamente el color del flash (recordemos que ilumina la pantalla, en este caso, con el color elegido).
La interfaz es muy simple: en la parte superior encontramos, a la derecha, el típico icono de menú de la aplicación consistente en tres puntos superpuestos. Dicho menú solamente nos permite conocer la versión de la app, puntuarla, o compartirla con nuestros amigos, además de alguna funcionalidad informativa más.
En medio, tenemos un icono cuyo cometido es bastante curioso, pues simplemente «girará» la imagen, de forma que lo que veíamos abajo, ahora lo veremos arriba. la flecha que encontramos a la izquierda solamente nos pasa a la galería de fotos incorporada para ver las que ya hemos hecho.
En la parte inferior, en el medio encontramos el disparador, a la izquierda de este vemos un recuadro en el que podremos ver la última foto que hayamos hecho en la presente sesión, y a la derecha un icono en forma de bombilla.
Es en dicho icono de bombilla en el cual recae todo el meollo de la aplicación, pues nos permite seleccionar con qué color se verá el flash:
Una vez hemos vuelto a la interfaz de la app para hacer la foto, al disparar, la pantalla quedará iluminada por el color elegido. En el siguiente ejemplo podemos verla en rojo:
Como lo que importa son los resultados, a continuación os muestro un par de capturas de imagen realizadas con la cámara delantera de un smartphone Sony Xperia Z1, un terminal que carece de flash delantero, para que podáis comparar.
La primera, es la fotografía realizada tal cual, en un entorno oscuro, sin ningún tipo de flash, tal y como el teléfono viene de serie:
Y la segunda, ahora sí, realizada con la app Flash Selfie para Android:
La diferencia en los resultados habla por sí misma.
La foto realizada con la app de cámara original de Sony tiene una resolución de 1920×1080 (relación de aspecto 16:9), con 72 ppi, mientras que la realizada con la app Flash Selfie tiene una resolución de 1200×1600 (efectivamente, se graba en vertical, por lo que hay que girarla a posteriori con otro software), lo que supone una relación de aspecto 4:3 que no se puede cambiar por software.
No he podido obtener mayor información sobre la imagen, parece ser que la app no guarda muchos metadatos en el fichero.
Conclusión
Flash Selfie es una app idónea si buscamos una solución extremadamente simple que nos permita hacer una selfie en entornos oscuros o poco más, sin fijarnos mucho en el resultado, para mandar por WhatsApp u otra mensajería social, publicar en redes sociales, o guardar como recuerdo.
Si, en cambio, queremos exprimir un poco más a fondo las posibilidades de la cámara (como jugar con la resolución y la relación de aspecto), se nos queda corto y tendremos que buscar otra alternativa.
Iremos analizando más alternativas a esta app en los próximos días.