Teóricamente, en Windows 10 no es necesario desfragmentar el disco duro mecánico de nuestro ordenador, ya que el sistema operativo lo hace de forma automática y continuada en background por nosotros. De igual forma, tampoco es preciso hacerlo en unidades de estado sólido (discos SSD), las cuales tienen un funcionamiento distinto (y más rápido, como ya pudimos ver) respecto al de un disco duro convencional.
No obstante, la opción de forzar la desfragmentación explícita de una unidad de disco sigue ahí, en el sistema, y será recomendable su uso en determinados casos.
Por ejemplo, la utilizaremos cuando tengamos el disco particionado con una unidad del sistema y otra u otras de almacenamiento de datos. Así mismo, también será recomendable para unidades externas en las que vamos almacenando archivos, sobretodo si realizamos borrados y adiciones de archivos con bastante asiduidad.
Para desfragmentar una unidad de disco, lo primero que deberemos hacer es abrir el administrador de archivos, buscar la unidad que queremos desfragmentar (si es una unidad externa, deberemos conectarla antes al ordenador), y en cuanto la localicemos, haremos un clic con el botón derecho del ratón sobre ella para que salga su menú contextual, del cual seleccionaremos (también mediante un clic, este con el botón izquierdo del ratón) la última opción, Propiedades
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Herramientas
, que es donde encontraremos la opción Optimizar y desfragmentar unidad
. Para activarla, deberemos pulsar sobre el botón Optimizar
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Analizar
solamente realiza una pasada para recomendar si la unidad debe ser desfragmentada o no, mientras que Optimizar
realiza incondicionalmente la acción de desfragmentación: