Este pasado miércoles era la surcoreana Samsung la que presentaba el segundo teléfono “doblable” que se convierte en tablet, tras el Royole FlexPai, y hoy le ha dado la réplica una de sus máximas rivales, Huawei, con el Mate X.
Las diferencias conceptuales y de diseño entre ambos son palpables, y aunque todo parezca “más de lo mismo”, y que no son mundos totalmente distintos, lo cierto es que las diferencias son evidentes.
Para empezar, las pantallas: el Galaxy Fold tiene dos, una externa de 4,6” que es la única que queda visible cuando el terminal está plegado, y la desplegable de 7,3”, que queda protegida en la parte interior con el dispositivo plegado.
Huawei ha optado por utilizar una única pantalla que queda en el exterior del dispositivo, rodeándolo y, por lo tanto, creando dos pantallas, una a cada lado, cuando el terminal está cerrado.
¿Por qué esta diferencia entre las dos? Simple: porque la trasera está finalizada por una área que funciona como agarre para asirlo de forma cómoda y robusta cuando trabajamos en modo tablet desplegado, y en la que encontramos el puerto USB-C, el lector de huellas dactilares en el lateral, y también los objetivos del sistema de cámara triple y el flash.
El uso de esta «doble pantalla» (que no deja de ser la misma pantalla de tablet, doblada) nos permite, por ejemplo, que cuando vamos a fotografiar a alguien, además de ver a esta persona en la pantalla delantera, ella también se verá en la trasera, es decir, la persona fotografiada se verá a sí misma.
Plegado, el Mate X presenta un espesor de 11 mm, siendo suficientemente delgado (para el tipo de dispositivo que es) como para cabernos en un bolsillo del pantalón, mientras que al desplegarlo, nos encontramos con un espesor de 5,4 mm. En la parte inferior de su marco, al lado opuesto de la asidera, encontramos el altavoz multimedia.
Potencia y comunicaciones ultrarrápidas
El Mate X monta el mismo microprocesador Kirin 980 que Huawei utiliza en sus actuales flagship, el Mate 20 y el Mate 20 Pro, el cual complementa con un módem 5G modelo Balong 5000.
Este, con una cuádruple antena, es capaz de llegar a velocidades de transmisión de hasta 4,6 Gbps, lo que según Huawei es el doble que el Qualcomm Snapdragon X50 y el Samsung Exynos 5100, con 2,3 Gbps cada uno.
Para que nos hagamos una idea de lo que significa esta velocidad, una película de 1 GB tardaría, en condiciones ideales, 3 segundos en ser descargada.
Tanto potencia requiere una batería a la altura o, en este caso, dos, una por cada cuerpo del plegable, que es la misma solución adoptada por Samsung. La capacidad conjunta que ambas baterías ofrecen al terminal es de 4.500 mAh.
Para cargarlas, el Mate X dispone de carga ultrarrápida de 55 W, la cual ofrece mayor potencia que los 40 W de la carga rápida del Mate 20 Pro. Ello le permite cargar un 85% de su capacidad en tan solo media hora.