Huawei confirma que está preparada para fabricar sus propios chips
Desde que Donald Trump incluyera a Huawei en la lista de empresas vetadas para hacer negocios con las compañías norteamericanas, la marca china no gana para disgustos: primero la abandonó Google, lo que la privó de futuras actualizaciones de Android, y luego fue ARM, que le ha retirado los recursos que necesita para seguir diseñando chips compatibles con el estándar creado por esta misma compañía británica.
No obstante, en términos coloquiales podemos afirmar que Huawei «lo lleva bien», y su fundador y CEO, Ren Zhengfei, no se ha cansado de repetir, por activa y por pasiva, que la empresa que creó no necesita del concurso de ningún proveedor occidental.
Zhengfei afirma que Huawei dispone de su propio sistema operativo (Hongmeng) y que tiene experiencia diseñando sus propios chips, y saca pecho de ello en una interesante entrevista al rotativo económico norteamericano Bloomberg, en la cual también indica que la empresa que dirige cuenta con chips y otros componentes necesarios para aguantar durante tres meses, lapso de tiempo que la administración norteamericana le concedió de moratoria para que se hiciera con la tecnología necesaria para mantener los actuales sistemas, aunque no desarrollar otros nuevos.
Pero, y pasado este lapso de tiempo, ¿que?
Como ya indiqué aquí mismo, Huawei podría evolucionar la arquitectura ARM bajo su propia marca, lo que produciría un «cisma» en dicha arquitectura: por un lado la arquitectura ARM propuesta por ARM Holdings y que implementan los demás fabricantes de chips (como Qualcomm, NVIDIA o MediaTek), y por el otro una arquitectura parecida pero no necesariamente compatible (y probablemente incompatible) que será la creada por Huawei a partir de la generación de chips ARM que actualmente dispone.
Tal y como podemos leer en Huawei Central, la marca china dispone de los derechos de uso de la arquitectura ARMv8 (octava generación de dicha arquitectura) de forma permanente, por lo que puede trabajar a partir de este punto. Y el mismo Ren Zhengfei ha afirmado que su compañía cuenta con una buena expertise en materia de diseño de chips, por lo que da a entender que tampoco es un gran problema que ARM deje de prestar apoyo a Huawei.
Y mientras, el gobierno chino todavía no ha tomado ninguna medida en forma de respuesta al veto norteamericano, parece que toma en consideración la contención que dicta la prudencia para intentar solucionar por las buenas el conflicto. No obstante, si no hay solución pacífica, algunos analistas predicen un recrudecimiento del conflicto con la expulsión de las principales marcas norteamericanas del mercado chino, como podría ser el caso de Apple.