Aunque como fabricante de smartphones LG parece haber perdido buena parte de la atención mediática que se le había venido brindando durante los últimos años, mantiene un alto nivel técnico en sus productos, el cual tiene poco a envidiar a otras marcas que actualmente están más en boca de la prensa.
Su último flagship, el LG G8s, es un buen ejemplo de ello, y he tenido el placer de poder probarlo a fondo durante unas cuantas semanas. Estas son mis conclusiones.
Cuadro de características
- Sistema operativo: Android 9 Pie
- Microprocesador: Qualcomm Snapdragon 855
- Memoria RAM: 6 GB
- Pantalla: G-OLED capacitativa de 6,21” con 401 ppp, y resolución de 1080×2248
- Cámaras: trasera triple: 12 Mpx, f/1.8 estándar; 12 Mpx, f/2.6 teleobjetivo; 13 Mpx, f/2.4 gran angular (136 grados)
- Memoria interna: 128 GB
- Memoria externa: microSD, con capacidad para hasta 1 TB
- Batería: Polímero de litio de 3.550 mAh con carga rápida Quick Charge 3.0 de 18 W y capacidad de carga inalámbrica
Características ampliadas
- Tarjeta gráfica: Adreno 640
- Tarjeta SIM: doble SIM (nano-SIM) con el segundo SIM compartido con la tarjeta microSD
- Lector de huella: Sí
- NFC: Sí
- Wi-Fi: Banda dual (2,4+5 GHz), 802.11 a/b/g/n/ac
- Bluetooth: 5.0
- Conectividad por cable: USB-C
- Medidas: 155,3×76,6×8 mm
- Peso: 181 gr
Presentación
En una elegante caja negra de diseño minimalista y con el serigrafiado del modelo en su parte superior, encontramos en primer lugar un paño especial destinado a limpiar la pantalla y el terminal en sí, un detalle que se agradece por infrecuente y por práctico.
Debajo de este, el terminal en sí, protegido dentro de un envoltorio de plástico y sobre una bandeja de cartón. Al retirar esta, nos encontramos con el resto de los elementos que componen el paquete de venta: una carcasa protectora de material flexible y transparente, transformador de corriente y cable de carga (de USB-A a USB-C), la herramienta en forma de “pincho” para abrir la bandeja de la tarjeta SIM, y una cajita con los auriculares y dos pares de siliconas de recambio.
El detalle de la carcasa protectora, que parece también realizada en silicona, es de agradecer e infrecuente. Hasta ahora, solo recuerdo haberlo visto en el OnePlus 6T (e imagino que también se incluirá en otros modelos de la misma marca), pero en ningún otro fabricante.
A destacar la inexistencia de documentación en papel, la cual cosa a algunos les podrá parecer un fallo, mientras que otros se alegrarán porque de esta forma no se gasta papel inútilmente en unos documentos que apenas leerán unos pocos consumidores y que utilizarán todavía menos.
Diseño
El nuevo G8 de LG sigue las tendencias actuales en materia de diseño de smartphones, sin diferenciarse en exceso de la competencia ni ser muy original, pero manteniendo algunos elementos de identidad propia.
El principal son unos bordes prominentemente redondeados, más que en algunos terminales de las marcas competidoras, pero que tienen una explicación: hacer el marco del teléfono más resistente ante golpes y caídas.
En la parte frontal destaca el notch alargado en la parte superior (debe alojar una doble cámara delantera y el sistema de infrarrojos), mientras que la trasera está acabada en cristal, dándole un aspecto muy elegante y robusto. En esta parte trasera, encontramos la serigrafía de la marca en su parte inferior, la del modelo en el medio, y sobre esta el sensor de huellas digitales y el sistema de cámara triple con el flash a su derecha.
En el lateral inferior tenemos, de izquierda a derecha, el minijack para auriculares, el micrófono, el conector USB-C (que cae en la parte central), y el altavoz multimedia.
En el lateral derecho encontramos, desde abajo hacia arriba, la bandeja para las tarjetas SIM y microSD (en el caso de esta última, compartida con la segunda tarjeta SIM) y el botón de arranque, mientras que si pasamos al lado contrario nos topamos con los botones para subir y bajar el volumen y el botón para activar el asistente Google Home.
Esta distribución de los botones hace que, por ejemplo, el botón para encender y apagar el terminal o bloquearlo, quede desplazado muy arriba, aunque no en una posición excesivamente incómoda, desplazado por la bandeja de las tarjetas SIM y de memoria. En cambio, al otro lado del terminal tendremos a un mejor alcance (probablemente, esto también depende de como agarremos el móvil y cómo lo utilicemos) el botón para llamar al asistente inteligente que los del volumen.
Puesta en marcha
Como es habitual, antes de realizar la activación y configuración del producto, lo puse a cargar (algo que os recomiendo hacer siempre antes de empezar), ya que los terminales nuevos acostumbran a venir con media carga -efectivamente, el G8S venía con un 52% de la batería cargada.
Siguiendo las últimas tendencias de casi todos los fabricantes, al conectarlo al cargador estando apagado, el terminal se arranca, así que aproveché esto para empezar a configurarlo.
El primer paso de un proceso de configuración inicial muy trabajado es elegir si el notch se verá como tal, es decir, como una isla en la parte superior de la pantalla (aunque técnicamente se acercaría más al concepto de península), o bien quedará dentro de una franja negra como si fuera una parte del marco de la pantalla.
Tras conectarlo a una red (celular o Wi-Fi), el sistema busca actualizaciones y nos ofrece realizar la migración de los datos desde el teléfono anterior antes de pasar a solicitarnos la cuenta de Google.
Lo que más sorprende es que la configuración de seguridad del teléfono solo permite, en este proceso inicial tras el primer arranque, configurar el reconocimiento de faz, la huella digital, un patrón, PIN, contraseña o Knock Code, sin poder configurar todavía la funcionalidad de lectura de las venas de la mano.
Finalmente, configuraremos el acceso al asistente del sistema operativo (en este caso, el de Google).
Destacar que el NFC viene activado por defecto, con lo que deberíamos desactivarlo para volver a activarlo cuando vayamos a necesitarlo.
Pantalla
Uno de los puntos a cuidar indispensablemente en cualquier terminal de gama alta como el presente, y que LG hace de forma excelente es la pantalla, elemento primordial para el disfrute del teléfono.
El LG G8s ThinQ monta una pantalla G-OLED capacitativa de 6,21 pulgadas con una densidad de 401 ppp, y resolución 1080×2248 píxeles realizada en Gorilla Glass 5 y compatible con los estándares HDR10, y Dolby Vision.
No hace falta decir que posee capacidad de always-on Display, y que su visibilidad es perfecta tanto en situaciones en las que la luz ambiental es buena (como entornos de interior controlados), como en las que no (como en el caso de exposición directa a luz solar potente en exteriores, como el sol de pleno agosto).
No obstante, quiero destacar que, en un par o tres de ocasiones mientras lo probaba, el brillo automático ha fallado, dando una menor intensidad de la que sería deseable, con lo que he tenido que ajustarlo manualmente. Es algo que pensé que fallaba en el ejemplar de muestra que me había suministrado LG, pero que he podido leer por Internet que le ha pasado también a más de un poseedor del terminal, entre ellos algún periodista que lo ha analizado.
En el panel de Ajustes, sección Pantalla, disponemos de una amplia variedad de opciones que nos permiten adaptar el rendimiento de la pantalla y la calidad de la imagen a nuestras preferencias y a las circunstancias.
Por ejemplo, el Color de pantalla que se divide en siete opciones distintas. La primera es el Automático, que está activado por defecto, mientras que el último es el modo Experto, el cual nos permite configurar manualmente la temperatura de color (más cálido o frío), y los niveles RGB, partiendo de la configuración que emplea el modo automático.
Entre estos dos modos, tenemos otros para disfrutar de películas en nuestro terminal, de emisiones y vídeos de deportes, para jugar, ver fotografías o navegar por la Web.
También podremos activar la compatibilidad con HDR en aquellos reproductores y vídeos que sean compatibles con este estándar que busca ofrecer a nuestros ojos unos colores más vivos y espectaculares.
La opción True view permite ajustar, de forma automática, los colores en pantalla a la luz ambiente, variando la temperatura de cálida a fría según sea conveniente. Particularmente, y aunque esta opción me parece interesante, a veces no me ha convencido el cambio aplicado, por lo que al cabo de unos pocos días terminé desactivándola.
No obstante, he de decir que la disponibilidad de estas configuraciones, especialmente en su vertiente de activación manual, es muy de agradecer y muy interesante al permitirnos disfrutar con los mejores colores de nuestros contenidos. Y sí, se nota por ejemplo cuando vemos una película, aunque dicha diferencia sea sutil pero perceptible. Nuestros ojos acabarán más relajados con el uso del modo adecuado.
Lo que no he encontrado es un modo de poder poner esta preferencia en la barra de ajustes rápidos, ni siquiera en un widget en la Home, algo que podría ser muy práctico para cambiar de preferencia de forma rápida cuando pasamos a realizar una tarea de la naturaleza contemplada (como ver fotos o un vídeo) en el terminal.
El acceso rápido que sí aparece es el del modo de lectura, un filtro de luz azul que ya vienen incorporando la gran mayoría de los smartphones y tablets de todos los fabricantes.
Hay dos elementos relacionados con la pantalla que me gustaría destacar y que también son accesibles desde la barra de ajustes rápidos: Reproducción ecológica deja la pantalla casi completamente apagada cuando reproducimos contenidos de audio, mientras que Inversión de color (que es un icono que deberemos añadir manualmente editando esta barra) hace lo que su nombre promete, asignando a cada color de cada elemento presentado en pantalla, su inverso.
Cámaras
LG empezó la serie de terminales flagship G de una muy buena forma pero, con el paso de los años, considero que ha ido perdiendo enteros respecto a rivales directos como Samsung, Huawei e incluso OnePlus en lo que se refiere a prestaciones de la cámara.
Son pequeños detalles, pero significativos y que pueden hacer decantar la balanza si quien elige el terminal es alguien a quien le importa la calidad de las fotografías y el vídeo tomados con él.
No estoy diciendo que la calidad de las imágenes sea mala, al contrario, es excelente, pero sí que algo se nota en los detalles del uso de la cámara como, por ejemplo, la lentitud del modo nocturno, que limita mucho la capacidad de tomar instantáneas con elementos en movimiento, además de que dicho modo no se encuentra en el menú principal a una pulsación, si no que necesitamos realizar dos para activarlo. Un handicap pequeño, pero cuando sacamos el teléfono para hacer una captura rápida y tenemos que cambiar de modo, algo que se nota.
En tomas a contraluz el G8 ofrece un buen rendimiento, especialmente si focalizamos la foto y jugamos con el brillo mediante el control en pantalla, gracias a una funcionalidad de inteligencia artificial que le permite optimizar partes de la imagen de forma independiente.
La calidad de la cámara delantera es la que se merece un flagship, de esta fabricante surcoreana o de la marca que sea, con un disparo rápido que nos permite ‘congelar’ la vida en movimiento, como ver los coches que están circulando, como si estuvieran parados (eso sí, si no es de noche, como antes he comentado…)
La app de cámara mantiene la organización típica de cualquier otra de las que viene por defecto en los smartphones con Android: bajo la previsualización de la imagen a captar, podemos ver los distintos modos de cámara en una tira que tendremos que deslizar hacia los laterales para navegar por los distintos modos, y aún todavía debajo de esta encontramos la previsualización de la imagen tomada a cargar en la galería, el botón de disparo, y el de grabación de vídeo.
En la parte superior de la interfaz de cámara nos encontramos con los parámetros de la toma de imagen, como la activación o desactivación del HDR o la etiqueta de ubicación, una serie de filtros para dar una determinada coloración a la imagen (como simular una imagen tomada con una cámara antigua), o la activación o desactivación del flash.
Para alternar entre la cámara trasera principal o la delantera para selfies, también tenemos un icono en la parte superior de la interfaz, o bien podemos optar por arrastrar nuestro dedo por encima de la previsualización en vertical u horizontal, lo que nos permitirá cambiar de una forma rápida y cómoda de cámara, muy práctico para cuando estemos haciendo fotos en medio de la vorágine.
El modo Estudio es para retratos, y nos permite jugar con dos parámetros: el primero es la iluminación de nuestra cara, que se altera artificialmente, y el segundo es el fondo, que podemos cambiar a monocolor eligiendo el tono en la parte inferior de la interfaz. Solo tenemos seis posibilidades: azul, verde (claro), negro, amarillo (con un punto anaranjado), rojo y rosa.
Con este modo, lo que simulamos es una imagen captada en un estudio, contra un fondo monocolor, que centra la atención en nosotros como único elemento presente, o incluso permite sustituir después dicho fondo monocolor por lo que queramos gracias a un software de retoque de imágenes.
El resultado de este modo es asombrosamente bueno, y nos proporciona una herramienta para cambiar el fondo por el que nosotros queramos, o bien recortar nuestra figura para ponerla en alguna foto, por ejemplo histórica. ¿Apetece aparecer en el tiroteo de Dallas en el que murió JFK, por ejemplo? Pues este modo es la base para, con un poco de maña, conseguirlo.
El siguiente modo es el de Retrato, con el cual aplicaremos el efecto bokeh en una intensidad de desenfoque del fondo que podemos controlar mediante un control de deslizamiento que veremos en la parte inferior de la área de previsualización de la imagen.
El modo AI CAM busca mejorar -o, por lo menos, ajustar a las preferencias del usuario- el resultado de una instantánea mediante unos modos preconfigurados. Sinceramente, tras jugar unos días de él, no dejará más que un recuerdo anecdótico…
El modo Cámara manual es lo que en otros terminales se conoce como modo profesional, y consiste en facilitar al usuario el acceso a todos los parámetros que podemos manipular de la imagen, como la sensibilidad (ISO) o el valor de la exposición (EV).
Obviamente, y para aquellos usuarios con menores conocimientos técnicos a nivel de fotografía que solamente quieran apuntar y disparar tomando la instantánea de lo que quieren, también disponemos del modo Automático, aunque este da unos pobres resultados en captura nocturna.
Es una lástima que la app de foto no incluya un modo nocturno más eficiente pensado para principiantes, algo que incluyen otras marcas con resultados un poco mejores que los que consigue el G8s.
No obstante, para quien entienda de fotografía y sepa jugar con los valores del modo de Cámara Manual, sin lugar a dudas este terminal será un perfecto aliado.
Sonido
El sonido del LG G8s es de lujo. El altavoz multimedia incorporado no da tanto volumen como otros modelos de gama alta, pero la nitidez y la claridad del sonido no tienen parangön, incluso puesto a máximo volumen, que es cuando en otros terminales se distorsiona el sonido.
Si utilizamos los auriculares incluidos en el paquete, también obtenemos unos resultados nada desdeñables, lo que nos ahorrará tener que adquirir unos mejores. Además, el cable de dichos auriculares está preparado para prevenir que se enrollen y se forme un nudo, lo que siempre es de agradecer.
En este apartado, la sección de Sonido del panel de Ajustes del sistema también contiene un gran número de opciones, pero a diferencia del apartado Pantalla, no se hace tan confuso, ya que la mayoría de estas se refieren al tono y la vibración del aparato en notificaciones y llamadas, algo que difícilmente modificaremos una vez ya lo tengamos a nuestro gusto.
Para modificar algunos aspectos de la calidad en la reproducción de música, la única opción que realmente nos importará de este menú es Calidad de sonido y efectos, en la cual podremos normalizar el volumen entre canciones (que todas suenen al mismo volumen para no tener que subirlo y bajarlo manualmente), acceder al ecualizador (que nos proporciona presents para diferentes estilos de música como jazz, rock o clásica entre otras), o activar/desactivar el DTS:X 3D Surround.
Este último, que también se puede activar y desactivar desde la barra de ajustes rápidos, nos da una correctisima sensación de envolvimiento del sonido, una función especialmente notable en películas preparadas también para este estándar.
El apartado de sonido es realmente uno de los puntos fuertes (fortísimo, diría yo) de este terminal de LG.
Batería
Con un uso normal, una carga de batería nos llega sobrada al final de un día e, incluso, podemos aguantar dos días sin recargar el terminal en el caso de un uso bajo. Aunque cumple con las expectativas que uno depositaría en un terminal flagship, tampoco se destaca respecto a su competencia, quedando en una situación más bien correcta.
Lo que sí he podido notar es que cuando lo he sometido a una actividad exigente (como, por ejemplo, jugar con el Real Racing 3), se calienta notablemente, y ello hace que la autonomía de la batería se vea reducida aún más sensiblemente. Por ejemplo, en alguna sesión de una hora de juego, he consumido un 20% de la batería.
Por cierto, un detalle que no me ha gustado es que no he hallado forma de ver el porcentaje de batería restante en la barra de estado. Solamente lo he logrado bloqueando la pantalla.
En cuanto a los modos de ahorro disponemos de dos: el Extendido y el Máximo, pudiendo lograr un ahorro de aproximadamente un 30% en el primero, y de un 50% en el segundo, y pudiendo acceder al primero desde la barra superior de accesos rápidos.
Rendimiento
Evidentemente, como cualquier gama alta de una marca de prestigio, el G8s presenta un rendimiento más que excelente.
Una de las cosas que he hecho para probarlo es jugar al Real Racing 3, un videojuego de coches cuya mecánica y gráficos son exigentes para el terminal sometido a prueba, además que a mayor potencia del hardware, este título es capaz de mostrar unos mejores efectos gráficos.
Y debo decir que la experiencia no desmereció en absoluto, notándose la potencia del hardware y con la presentación de unos gráficos detallados (por ejemplo, se veían las trazas de neumáticos en un asfalto muy detallado), y un juego de luces muy bien conseguido.
El ritmo de juego es completamente fluido, sin “clavarse” en ningún momento ni sufrir efectos colaterales como que la acción se “coma” unos frames dando lugar a los indeseados “saltos” de la acción.
En lo que se refiere a los fríos y crudos números, el test de AnTuTu arroja un resultado de 346821 puntos, y en el apartado que menos brilla es en el de memoria, siendo en el de que más brilla el de GPU.
Por cierto que las animaciones contenidas en esta prueba, y que permiten poner a prueba la potencia del hardware del aparato, especialmente de la GPU, se han mostrado con una fluidez y viveza de colores extraordinaria, arrojando con ello un cuadro en el que el apartado multimedia del LG G8s es, si no tal vez el mejor, uno de los mejores del mercado actualmente.
El rendimiento de la Wi-Fi es también destacado, y un ejemplo de ello es la descarga de 480 MB en menos de 30 segundos, datos correspondientes al juego Real Racing 3. Jugando al mismo videojuego, las descargas de componentes que va tomando de la nube a medida que los necesita, también han demostrado ser muy rápidas.
Junto al audio, yo diría que la velocidad de la conexión Wi-Fi es el otro gran punto fuerte de este terminal.
Software
Empecemos por el launcher utilizado por LG, que es el habitual de la firma y que ordena las aplicaciones en un sólo nivel, en el cual podemos crear carpetas por el tradicional método de arrastrar un icono sobre el otro. No obstante, esto no es muy intuitivo para los usuarios primerizos, ya que hay que colocar el icono en una posición determinada respecto al otro para crearla, si no, el sistema entiende que quieres situar el icono que estás moviendo en el lugar del otro, que procederá a correr un puesto a donde le sea posible.
Tras unas cuantas prácticas, se consigue a la primera el efecto deseado de crear una carpeta, pero si me pongo en la piel de alguien impaciente…
Por lo que respecta al software preinstalado, podemos encontrar un primer grupo de aplicaciones en la pantalla principal, correspondiente a las de Google, entre las cuales se incluyen el buscador, Gmail, Maps, YouTube, Drive, Duo (¿realmente alguien la utiliza aunque venga incluida en todos los terminales?), Fotos, Keep y el asistente. Este último también es una piedra pivotal del terminal, con el botón dedicado en su lateral izquierdo.
El grupo Esenciales incluye ciertas apps de factura propia de LG, que cubren funcionalidades básicas del teléfono, como es el caso de los contactos, el calendario o las tareas, además de otras avanzadas como la grabación de voz.
En el grupo Sistema encontramos utilidades de mantenimiento, como la actualización del software (tanto del sistema, como de las apps), el gestor de archivos o el LG Mobile Switch, que nos permite realizar el traspaso de datos como contactos, mensajes y fotos de un teléfono viejo al nuevo, bien sea mediante conexión inalámbrica, tarjeta de memoria microSD, o cable USB.
Mención aparte en este apartado se merece Smart Doctor, una app que nos permite monitorizar el estado del teléfono (por ejemplo, nos indica el espacio de disco o la RAM libres), realizar diagnósticos de funcionamiento, y optimizar nuestro teléfono para ahorrar espacio de almacenamiento y memoria RAM.
Sobre este último procedimiento, advertir que en ningún momento nos explica qué está haciendo y qué es lo que elimina o cierra, por lo que es mejor no aplicarlo si, por ejemplo, tenemos páginas cargadas en el navegador pendientes de leer, o imágenes en nuestro WhatsApp que nos interesa conservar y todavía no hemos salvado.
Desde esta misma app también podremos activar los modos de ahorro de energía que consisten, como en todos los terminales, en limitar la funcionalidad del teléfono. Además de desactivarlo, contamos con dos modos, el Extendido y el Máximo, pudiendo llegar a lograr con este último casi el doble de la autonomía pero a base de perder mucha funcionalidad. Es idóneo para casos en que nos encontremos lejos de cualquier enchufe durante un tiempo prolongado, y debamos mantener el teléfono en funcionamiento porque, por ejemplo, estamos esperando una llamada.
El siguiente grupo de aplicaciones es el de Servicios, que contiene los iconos correspondientes a los servicios ofrecidos por LG a los poseedores de uno de sus terminales. En este grupo destaca LG SmartWorld, una tienda virtual en la que podemos encontrar temas visuales para nuestro teléfono, fuentes (tipografías), fondos de pantalla, tonos, e incluso vídeos. En general, presenta poco contenido, mucho del cual al gusto coreano (nada en contra, sólo hacer notar la falta de contenido más del gusto de estas latitudes y del espíritu latino).
También tenemos preinstalado Amazon Assistant, un complemento al navegador o navegadores que tengamos instalados (en nuestro caso, para Chrome, que es el que viene por defecto) que permite realizar comparativas de los productos hallados en la web con los que vende la multinacional norteamericana. Viene desactivado por defecto, y tenemos que activarlo manualmente (si queremos, claro).
QuickMemo+ es una app de toma de notas, estilo Google Keep, que permite tanto el ingreso de texto mediante el teclado, como el dibujo a mano alzada. Permite cosas como cambiar el fondo, insertar imágenes, grabaciones de audio, vídeo u otros elementos en nuestras notas, y añadir recordatorios, además de las básicas como cambiar el color del texto, la alineación, o el color de la línea de trazo a mano y su espesor, además de poder dotarla de cierta transparencia. La verdad es que como aplicación de toma de notas, es realmente completa.
Los ajustes del sistema están muy personalizados, con las distintas opciones divididas en cuatro secciones (Red, Sonido, Pantalla, y General), cada una de las cuales posee un amplio espectro de opciones.
Esto, que en principio podría parecer una solución muy flexible y completa, se convierte en un pequeño caos especialmente para los usuarios novatos, que puede ser que se pasen su tiempo merodeando por entre las opciones sin encontrar lo que buscan, aunque si le dedicamos tiempo, acabaremos viendo el orden lógico que ha impuesto LG y nos parecerá realmente bien hecho. Vamos, si os pasa como a mi…
Control por gestos
He dejado para lo último la novedad más llamativa del LG G8s ThinQ, y que consiste en el control por gestos de ciertos aspectos del terminal, el llamado Air Motion. Para explicarlo de forma simple: debería bastar con acercar la mano a la cámara delantera y moverla de cierta forma para llevar a cabo determinadas acciones, como lanzar una app, o bien subir y bajar el volumen.
También nos permite desbloquear el teléfono de una forma muy segura, gracias a que usa el reconocimiento de las venas de las manos.
Tras su uso, mi conclusión es que cuesta mucho “pillarle el truco” y, por lo tanto, que funcione de forma regular: hay que saber situar la mano a la distancia adecuada y cómo moverla, lo cual no es fácil.
Con ello, cualquier usuario puede correr el riesgo de cansarse y dejarlo correr antes de poder lograr la pericia suficiente como para utilizar dicha funcionalidad en el día a día; al final, nos es más rápido bajar el sonido por el botón hardware tomando el terminal, que jugar con la mano ante la cámara.
Sinceramente, en su forma actual no le veo mucho futuro a la tecnología Air Motion como algo de uso habitual, por lo que creo que será otra iniciativa abandonada en la próxima generación del flagship de LG, como en su momento lo fue el planteamiento modular del G5.
Conclusión y Opinión
El LG G8s es, ante todo, un flagship excepcional para el consumo de los contenidos multimedia, tanto en lo que se refiere a audio (teniendo como baza la excelente calidad y gran equilibrio de su sistema de audio y altavoz multimedia), como en términos audiovisuales (con una potente GPU, un rendimiento excepcional en lo que respecta al vídeo y la animación, y una pantalla de gran rendimiento tanto en interiores como en exteriores).
Pocos fallos podemos encontrarle a este smartphone, y tal vez uno sea un apartado fotográfico que cuenta con algunas lagunas, como un buen desempeño en modo nocturno, y una app en la que debería priorizarse, precisamente, dicho apartado, y que acaba dando la prioridad a modos curiosos que tras sus primeros usos quedarán como una anécdota curiosa (modo Estudio).
La que se vende como gran novedad de este terminal, la tecnología Air Motion, defrauda más de lo que entusiasma, y con lo que se tarda a dominar es más probable que se abandone su uso antes de conseguirlo.