Mobile World Congress 2020: ¿el año de los ‘pequeños’?

Entrada a la feria este pasado 2019

Mi agenda para la edición de este año del Mobile World Congress está inusualmente despejada para las fechas en las que nos encontramos.

Habitualmente, y sin epidemias de por medio, en estos momentos ya debería tener cerrados tanto el lunes 24 como el martes 25, llenos de ruedas de prensa de compañías, esencialmente fabricantes de smartphones. Pero la amenaza del coronavirus, o su uso como excusa para no asistir o anular actos, ha hecho mella, y ahora estoy dedicando el martes 25 a entrevistas personales, algo para lo que acostumbro a reservar los dos últimos días del certamen, ya que dicho día me ha quedado casi totalmente libre.

Otra muestra de que la agenda de este año en el congreso es más escuálida está en que para este 2020 prácticamente no se me solapan dos eventos en ningún momento, cuando en las ediciones anteriores tenía el problema de que se me juntaban dos y hasta tres actos el mismo día a la misma hora, obligándome a inscribirme en todos ellos para, al final, elegir atender al que mejor se acomodara a mis intereses y posibilidades en el momento.

Achacar toda la culpa al broto de nuevo coronavirus de Wuhan es lo más obvio, pero tal vez también la explicación más simplista para una realidad que, intuyo, puede ser un poco más complicada.

Un congreso que pierde cierto fuelle

Y digo intuyo, porque al nivel en el que me muevo yo y la mayoría de los periodistas que cubrimos el evento celebrado en Barcelona, me es imposible afirmarlo de manera categórica, pero lo cierto es que pienso que el Mobile se ha convertido en un certamen que genera cierta incomodidad entre las empresas asistentes, sobre todo las grandes.

Presentación de LG en el Mobile World Congress 2019
Presentación de LG en el Mobile World Congress 2019

La presentación de nuevos terminales junto a otros fabricantes en un espacio tan corto de días, además de provocar un gran solapamiento que lleva a perder un cierto protagonismo, lleva también a que muchos periodistas que son del interés de las marcas, no tengan tiempo para cubrir adecuadamente y con todo el detalle que merecen, algunos lanzamientos.

Esto es lo que, a mi parecer, ha llevado a gigantes como Samsung o Huawei a presentar sus principales dispositivos (como la gama Galaxy S o los Mate) fuera del congreso, y a dedicar la presentación de dispositivos secundarios o pruebas de concepto (como los terminales ‘doblables’) al Mobile, junto a un contacto protocolario con sus clientes, y a un contacto de ‘showrooming’ con la prensa especializada (ven y toca nuestros dispositivos ya presentados).

Esto último les permite generar nuevos contenidos: conozco, por ejemplo, algunos youtubers que, tras publicar vídeos sobre los lanzamientos de las compañías, aprovechan la oportunidad que el Mobile les brinda para ser la primera vez que tocan el teléfono, para grabar algunos vídeos.

De esta forma, y para algunos periodistas, las compañías se ahorran incluso la cesión del dispositivo.

Supongo -y esto es una teoría de cuño propio que no tengo con que respaldar, así que tomaosla como una mera opinión- que la GSMA (entidad que agrupa a la industria de la tecnología móvil y que organiza el Mobile World Congress) presiona a sus asociados para que acudan al certamen.

¿Qué ventaja, aparte de las citadas, le comporta a una Huawei, una Ericsson, Nokia, LG o Apple acudir al congreso? De hecho, la última que he citado no asiste ni ha asistido nunca, y Google lo hace de forma muy discreta. Y eso que son dos de los jugadores más importantes del ecosistema móvil.

Ninguna de las dos lo necesita: ambas ya están presentes en casi cada stand y pabellón, puesto que cuando se habla de Android o del iPhone (algo indefectible en el sector), se está hablando de ellas.

Y, además, rectifico: Apple acostumbra a tener alquilada una habitación en el área cerrada a empresas, a la que solamente se puede acudir con cita previa. Son espacios dedicados a reuniones de negocios, vetados a quien no tiene una visita acordada, incluso a la prensa.

Mi conclusión es, pués, que las grandes acuden por mero compromiso y porque las demás también lo hacen, pero el beneficio que esta presencia les reporta no es tan grande como imaginamos, aunque desde luego algo debe ser, independientemente que compense o no el esfuerzo. Y es que, al fin y al cabo, si se utiliza como herramienta de marketing, la presencia en el Mobile World Congress siempre debe salir a cuenta.

Es por esta razón que, a la que han tenido la oportunidad, se han inhibido. La epidemia de coronavirus les ha dado una excusa perfecta ante la GSMA para no acudir.

Evento de presentación de Xiaomi en la edición del congreso del año pasado
Evento de presentación de Xiaomi en la edición del congreso del año pasado

Las pequeñas, las que mayor partido sacan

Aunque a la mayoría del público pueda parecerle que el Mobile es Huawei, es Samsung, es Ericsson o Nokia, la verdad es que con más de 2.800 empresas participantes, el mayor número corresponde a empresas pequeñas y medianas, que ven en este evento una oportunidad única para darse a conocer al mundo.

Como si no, yo habría tenido la oportunidad, el año pasado, de conocer la cámara Aspeed 360, el Cosmo Communicator, o el traductor multiidioma Travis entre otros gadgets sobre los que he escrito y/o hablado en televisión, y que se suman a los que ya había tratado en ediciones anteriores.

Cuando un periodista se inscribe en el Mobile, abre la puerta para recibir en su buzón de correo electrónico, invitaciones de compañías que, de esta forma, pueden darse a conocer en todo el mundo, hablando con prensa de todos los continentes. Esto es posible gracias a las facilidades que la organización del congreso da a las marcas participantes para enviar comunicados, si el periodista admite recibirlos durante su proceso de inscripción. Y, si te inscribes, sin lugar a dudas te interesa recibir dicha información.

Para un periodista, acudir a una cita como el Mobile World Congress, el CES, el Computex o el CeBIT, significa recibir, a partir de aquel momento, un volumen significativamente mayor de notas de prensa de distintas compañías con las que anteriormente no tenía siquiera trato.

Para las empresas, significa ampliar su base de datos de medios, además, con contactos internacionales. Y, si no están las grandes de visita obligada, sus llamadas pueden tener el doble de efecto.

Porque, si no está Ericsson, un periodista que escriba sobre equipamiento de redes podrá dedicar el tiempo que antes le dedicaba a la sueca, a visitar un proveedor de soluciones de red mucho más pequeño y local. O bien a visitar una fabricante de material relacionado, como comprobadores de cables, o software de administración.

Este año, y debido al coronavirus, el Mobile World Congress puede ser el de las pequeñas firmas, aquellas a las que, entre tanto ‘grande’, les cuesta más captar la atención de la prensa y los asistentes, y que este año tendrán menor competencia en este sentido.

Cargando...

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que estás de acuerdo, pero puedes optar por no seguir si lo deseas. Aceptar Leer más