Análisis: smartwatch 1More Omthing E-Joy
Hace bueno su bajo precio de 30 euros al cambio con una batería casi infinita
Fuera de las primeras marcas como Samsung, Apple, o Fossil, hay vida en el terreno de los relojes inteligentes. Apuestas generalmente de menor coste que buscan un público que no se quiera gastar entre 100 y 400 euros que puede costar uno de estos dispositivos de primera línea, pero que desea tener prestaciones que le permitan monitorizar su actividad.
El Omthing E-Joy de 1More entra de lleno en esta categoría, lo hemos probado, y os contamos nuestra experiencia y lo que hemos visto de este wearable.
Presentación
El packaging de presentación presenta una estética externa de tipo Apple: caja blanco inmaculado con la imagen del producto en la parte delantera y las características del producto en su parte trasera.
La apertura se realiza empujando la caja interna desde su base o hacia abajo por su parte superior. Otra caja nos dará la bienvenida, también blanca y con la leyenda ‘SMART’ serigrafiada en su parte superior.
Dentro de esta última encontramos el reloj, al que deberemos retirar una etiqueta adhesiva presente en su parte superior. En dicha etiqueta encontramos el código QR que tenemos que utilizar para ir a buscar la app que tendremos que instalar en el smartphone para sincronizar el reloj con nuestro móvil.
Cuando retiremos la bandeja que hay bajo el reloj, tendremos un cable especial de carga que, por un lado, es un USB de tipo A corriente y, por el otro, dispone de cuatro terminales, dos de ellos magnéticos (los exteriores) para fijar el cable al reloj, y los dos interiores son los que realizan la carga de forma efectiva.
Finalmente, también encontraremos un manual básico de uso en papel, con instrucciones en varios idiomas (inglés, francés, chino, italiano, turco… y sí, también español). Dicho manual es muy resumido y gráfico.
Diseño
El smartwatch Omthing E-Joy de 1More presenta una caja de forma rectangular, con una correa de silicona. La caja, realizada en aleación de zinc, recuerda en cierta medida a la del Apple Watch, modelo de muchos diseños actuales (especialmente los de bajo coste a cuya categoría corresponde el presente ejemplar), pero al cual se le ha extirpado el botón lateral, ya que carece de cualquier botón visible.
Y digo visible porque el botón, en realidad, lo tiene, aunque queda escondido en la parte inferior de la pantalla.
Podemos apreciar el diseño de la caja en las siguientes fotografías:
Por lo que respecta a la correa, tiene un sistema de fijación efectivo a efectos de mantener el reloj en la muñeca, pero como mínimo peculiar y cuya curiosa forma me ha dificultado el ponérmelo:
Primero, debemos acertar el agujero que nos vaya mejor, a presión, con la pieza metálica de fijación, y luego pasar el sobrante de la correa por la ranura para que quede escondido. Y este último paso sin que se vuelva a salir la pieza de fijación, cosa que pasa alguna vez.
La mejor forma de fijarse el reloj es hacerlo con la caja en la parte interior del antebrazo.
¿Es cómoda? Diré que no es incómoda, pero que tampoco me ha resultado especialmente cómoda e, incluso, alguna noche me lo he tenido que quitar tras llevarlo todo el día para poder conciliar el sueño.
Para resumir este aspecto, diré que para ser un reloj inteligente de la gama económica, el E-Joy luce bastante bien, aunque la correa lo delata.
También nos lo podemos llevar a nadar, puesto que es sumergible hasta una profundidad de 50 metros. Y si tenemos un smartwatch más costoso que nos da un poco de cosa meter en el agua por lo que pueda pasar, el presente es una buena opción como acompañante en nuestros baños.
Puesta en marcha
El primer paso requerido para trabajar con el E-Joy es instalar en nuestro smartphone la app que hace de complemento y permite la sincronización entre ambos dispositivos, para luego emparejar el reloj, un procedimiento que explico más en detalle en la sección de este artículo en la que hablo de la aplicación móvil.
He dicho el primer paso pero, de hecho, es el único, ya que no se requiere nada más para empezar a trabajar, puesto que todo se controla desde la app. Además, si lo conectamos a la alimentación para cargar cuando está apagado, automáticamente se enciende.
Entonces, una vez encendido, deberemos buscarlo mediante el Bluetooth del móvil para emparejarlo, y entrar en la app, donde también lo emparejaremos de una manera muy fácil (si lo tenemos emparejado en el sistema, la app lo empareja automáticamente).
Funcionamiento
El E-Joy de 1More es, esencialmente, un smartwatch que puede funcionar de manera autónoma para realizar la captación de los datos (como los pasos dados, o la lectura del ritmo cardíaco, o de la presión sanguínea), para luego sincronizarlo con la aplicación instalada en nuestro móvil para poder tener un resumen muy visual de nuestra actividad física.
No obstante, si no encendemos el Bluetooth en nuestro teléfono y no le conectamos el E-Joy, nos perderemos las notificaciones en tiempo real de, por ejemplo, WhatsApp, que nos permiten leer los mensajes entrantes (aunque hay que hacer un esfuerzo visual, todo hay que decirlo).
Por defecto, el E-Joy realiza una lectura por hora del ritmo cardíaco si no activamos el modo correspondiente, que también almacena si no tenemos el reloj conectado al móvil.
Una vez decidimos conectarlo, solamente tendremos que activar el Bluetooth de nuestro terminal, entrar en la app y esperar a que los datos se sincronicen.
App
La app que deberemos descargar e instalar en nuestro teléfono para poder conectar con el Omthing E-Joy Smart Watch es WoFit, genérica y compatible con otros dispositivos wearables. Se encuentra disponible para Android y también para iOS (iPhone, iPad).
Es muy simple, y para utilizarla deberemos dar de alta una cuenta y rellenar unos datos, como nuestra fecha de nacimiento, peso, altura, y metas de ejercicio que queremos fijarnos (por ejemplo, número de pasos a dar cada día). Una vez hemos superado ese paso y tenemos el reloj conectado, la interfaz es muy simple y autoexplicativa.
Al entrar encontramos la pantalla home de resumen, en la cual podemos ver de un vistazo la información de los pasos realizados durante el día, del medidor de calidad del sueño, de la frecuencia cardíaca, y del peso, que será un parámetro que deberemos entrarle directamente tras realizar el pesaje en una báscula.

Pulsando sobre las tarjetas de cada uno de estos apartados, entramos en su sección correspondiente, en la que podremos ver con detalle otros parámetros, así como el histórico de datos acumulados.
En el caso de los pasos, podremos ver los que hemos dado a lo largo del día, el porcentaje sobre el objetivo diario, la distancia recorrida, y el consumo de kilocalorías que supone dicho ejercicio.

En el apartado de sueño, nos indica las horas totales y, de estas, las que han sido de sueño ligero, y cuales de sueño profundo. También nos indica la hora en la cual conciliamos finalmente el sueño, y a qué hora nos despertamos.

De la frecuencia cardíaca tenemos la máxima, la mínima, el valor medio BPM, e incluso los datos por franjas horarias, algo especialmente útil si salimos a hacer excursiones o largas caminatas.

En este apartado, la app WoFit resulta muy completa, y difícilmente lograremos sacarle el partido completo a toda la información que nos proporciona.
Si en la interfaz de usuario nos vamos a la parte superior, veremos que tenemos dos ‘pestañas’, la segunda de las cuales es ‘Ejercicio’. Este apartado nos permite monitorizar un total de seis prácticas deportivas: correr al aire libre, correr sobre cinta, ciclismo, plancha anaeróbica (plank), andar, y entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT).

Cada uno tiene sus parámetros que la app monitorizará. Así, en el de correr al aire libre y ciclismo, además de la duración del ejercicio, el ritmo, y los kilómetros recorridos, también nos mostrará nuestra ruta en un mapa gracias al GPS del terminal. En el ejercicio de plank, en cambio, monitorizará la duración y nos dará el consumo de calorías estimado.
Terminando por la parte superior de la interfaz de usuario, encontramos el icono correspondiente al smartwatch, que nos permite ver el estado de su conexión y cambiar distintos parámetros como la duración de la retroiluminación de la pantalla del reloj cuando vemos la hora, o el formato de la pantalla de inicio.
Es en esta sección en la que se comprueban las actualizaciones del firmware del reloj y se descargan e instalan.
En el icono de configuración, el último en la parte derecha de la barra superior, podemos fijar parámetros como las metas a cumplir (horas de sueño diarias, número mínimo de pasos, kilocalorías a quemar,…), las unidades (métricas o imperiales), el idioma de la app (que puede ser distinto al del sistema operativo), e incluso conectarla con Google Fit.

Simplicidad y una amplia y completa variedad de parámetros se dan la mano en esta aplicación móvil, con la flexibilidad de que podemos dejar el teléfono en casa, salir sólo con el reloj, y al volver volcamos los datos en la app con sólo reconectar el smartwatch E-Joy.
¿Le echo algo de menos? Sí: siendo el reloj sumergible, es una lástima que no tenga modos de ejercicio para natación, ni el smartwatch propiamente, ni la app.
Interfaz de usuario
Antes de nada, una cosa que debe quedar clara: el E-Joy no es un smartwatch con pantalla táctil. Como he detallado en la sección diseño, dispone de un botón físico en la parte inferior de la pantalla..
Para pulsarlo, hay que hacer presión en dicha parte. No es una fórmula muy elegante, aunque sin lugar a duda permite la construcción de un reloj con funcionalidades inteligentes por una fracción de lo que cuesta uno de estos gádgets con pantalla táctil. El coste es que esta forma de trabajar es poco amigable con el usuario.
Pasar entre las distintas pantallas se hace tedioso, y navegar entre las opciones (teniendo en cuenta que no hay otro botón para ir a la opción anterior, con lo que hay que reempezar la rotación) no es nada complicado, pero puede llegar a hacerse pesado.
Al pulsar una vez entramos en un carrusel de modos. Cuando vemos el que nos interesa (por ejemplo, el de deportes), hacemos una pulsación larga para entrar en él. En cada modo dispondremos de varias opciones, que iremos pasando con pulsaciones cortas y viendo las distintas opciones en forma de carrusel.
Siguiendo con nuestro ejemplo, una vez hemos entrado en el modo deportivo con una pulsación larga, iremos pasando las actividades (correr, escalar, jugar a fútbol,…) con pulsaciones cortas, hasta llegar a la que nos interesa, que activaremos con una pulsación larga.
Los iconos son simples y no hace falta mucho rato toqueteando el reloj para tener por la mano sus funcionalidades.
Pantalla
De 1,3 pulgadas con una resolución de 240×240 píxeles. Para el precio no es mala, pero se queda solamente en esto.
Aunque bajo la influencia directa de la luz solar cuesta un poco ver lo que muestra, tomando como referencia su precio (algo ineludible para juzgar lo que ofrece) no está nada mal.
Curiosamente, el cristal templado da una sensación de pantalla táctil y de reloj de calidad (aparte de ser agradable al tacto), más de la que el precio teóricamente debería permitir.
Aplicaciones
Debe quedar claro que a este reloj no le podemos instalar aplicaciones. Ofrece las que lleva preinstaladas y, en todo caso, es posible (y sólo digo posible) que si 1More quiere y recibe feedback solicitándolo, incorpore nuevas funcionalidades vía actualizaciones del firmware si el hardware lo permite.
El conjunto de aplicaciones o funcionalidades que proporciona es bastante amplio, con contador de pasos, monitor de frecuencia cardíaca, monitor de presión arterial, monitor del sueño, notificaciones instantáneas (que pueden ser inhabilitadas), modo deportivo con varias prácticas reconocidas (correr, alpinismo, fútbol, ciclismo, y saltar a la cuerda), y un modo de configuración que nos permite ajustar el brillo de la pantalla, iniciar el cronómetro, reiniciarlo, o apagar el reloj.
Batería
Si me pidiera destacar un sólo aspecto de este reloj, o el que yo crea más interesante, sin lugar a dudas recurriría a la batería, que puedo calificar de ‘casi infinita’.
De hecho, ya se nos indica en las especificaciones del E-Joy que con una carga puede aguantar 15 días de actividad normal, y hasta 60 días en modo de stand-by. ¿Cuánto dura realmente?
Pues, sinceramente, se me hace difícil de decir, porque yo lo he tenido en uso hasta tres semanas casi de forma ininterrumpida (alguna noche me lo quitaba para dormir), y la batería apenas ha bajado un porcentaje ridículo.
Como la captación de datos se realiza automáticamente, no he necesitado tocarlo para ponerlo en modo de conteo de pasos, ni para que me realice una lectura del ritmo cardíaco, ni en ningún modo de deporte excepto en las situaciones y momentos concretos que me ha interesado que realice dicha sensorización.
Podemos marcharnos tranquilamente de viaje con este smartwatch y sin su cargador durante más de una semana y no deberemos sufrir sobre si llegaremos al final sin carga.
Conclusión: destaca la batería. Lo demás, pasable pero correcto para el precio
Nos encontramos ante un smartwatch muy correcto para su precio de 34,99 dólares, alrededor de los 30 euros al cambio, en el que destaca poderosamente su batería.
La interfaz mediante un botón escondido está bien lograda, y sin lugar a dudas contribuye a que sin pantalla táctil, el consumo energético del dispositivo sea inferior, pero el mecanismo para acceder a las distintas funcionalidades y opciones se acaba haciendo tedioso.
La app móvil es muy correcta y con buena funcionalidad, aunque -y al igual que el reloj- se echa en falta el soporte para reconocer parámetros de deportes acuáticos (como el conteo de brazadas en la práctica de la natación).
Recomendable como opción de bajo coste, o bien como smartwatch secundario para practicar deporte o llevarse de excursión, reservando el otro para las demás ocasiones, como los compromisos sociales.