Aukey FHD 1080p Webcam: buena calidad a un precio inmejorable

La marca china Aukey es conocida por ofrecer productos de consumo que van directos al grano (eso es, sin ninguna parafernalia añadida, a diferencia de algunos grandes fabricantes) y que ofrecen unas buenas prestaciones por un precio muy asequible.

Ya que en el último año todos nos hemos acostumbrado a la realización de videoconferencias, contando para ello en muchos casos con la webcam incluida en nuestros ordenadores portátiles o tablets, de la que descubrimos que no acaba de dar la talla a nivel de calidad y que, además, requiere del uso de un micro externo, solicité a Aukey una de sus mejores webcams, la FHD 1080p, de muestra para poder probarla como sustituta.

Y la verdad es que, teniendo en cuenta la relación calidad/precio, el resultado es de lo mejor que podríamos esperar.

Presentación

Aukey es una fabricante pragmática, por lo que su packaging es correcto pero, a diferencia de otras compañías, no busca proporcionar una experiencia de unboxing al comprador, si no que es un mero vehículo para que el dispositivo llegue al comprador de una forma segura y correcta.

Packagind de la webcam de Aukey
Packagind de la Aukey FHD 1080p Webcam

En un sobrio color marrón tìpico del cartón, con la imagen del producto, el modelo y la marca Aukey en la parte delantera para una correcta identificación del producto, una vez abierta la caja encontramos la cámara envuelta en una bolsita protectora dentro de un separador de cartón, con el cable que queda derivado a otra sección del protector de cartón.

Los acompaña la documentación en papel, consistente en una tarjeta de garantía de veinticuatro meses (que tiene que cumplimentarse online), y el manual de usuario en varios idiomas, entre ellos incluido el español.

En dicho manual se explican los detalles técnicos de la webcam, y como instalarla sobre un monitor o en la mesa del escritorio, y su conexión al ordenador. Al no requerir de drivers o un software determinado para funcionar, no hay referencias a este aspecto en dicho breve manual (apenas cuatro páginas).

La webcam lleva diversos protectores que deben retirarse antes de empezar a usarla, especialmente el de su parte frontal.

Diseño

La FHD 1080p Webcam de Aukey tiene un aspecto clásico, que guarda semejanza con la serie Logitech C9xx, y que no deja de ser un formato que ha inspirado a muchos fabricantes y no sólo a Aukey.

La webcam en funcionamiento
La webcam en funcionamiento. Nótese su forma y su clara inspiración, y el LED azul que indica que está en acción

Sus medidas son 103 mm de largo por 41 mm de altura total (contando la pinza de sujeción -de la que hablaré ahora mismo- totalmente plegada), siendo de 22,5 mm para el cuerpo de la cámara sin contar la pinza, y 24 mm de longitud total con la pinza plegada. El cable de conexión, USB 2.0 (pese a ser de color blanco, codificación habitual de la versión 1.x, pese a que también podemos hallarlo en conectores compatibles con la high speed USB 2.0) tiene una longitud de 1,8 metros.

Elementos de sujeción de la webcam de Aukey
En esta imagen podemos apreciar la pinza de sujeción, con sus dos secciones, el tope frontal y como el cuerpo puede girar sobre su ege

Este cable nos permite conectarlo cómodamente a cualquier ordenador de sobremesa que no sea un all-in-one, es decir, que tenga separada la pantalla de la torre. No obstante, y si utilizamos la webcam con un portátil, el remanente de cable seguramente nos molestará, por lo que deberemos llevar encima algún tipo de brida o equivalente para poderlo atar y dejar bien recogido. No queremos que nadie se tropiece con él, pero como en otras tantas cosas, es mejor que sobre que no que se quede corto.

En la parte inferior del cuerpo de la webcam tenemos la pinza de sujeción, consistente en dos partes móviles que pueden formar una forma de L adaptándose al monitor o la superficie sobre la que deba montarse la webcam. De hecho, la podemos ubicar de forma plana encima de la mesa, ya que dicha pinza plegada conforma una superficie que facilita estabilidad, y se adapta igual de bien a las pantallas de ordenadores portátiles, o pantallas de ordenadores de sobremesa.

Además, una vez hemos situado bien la pinza, el agarre que proporciona es suficientemente seguro como para utilizarla incluso en un portátil sobre la marcha, en un aeropuerto, estación de tren, o incluso dentro del convoy (si la cobertura de red acompaña).

En la parte inferior de esta estructura encontramos un agujero de rosca para montarla en un trípode, de tamaño estándar (es decir, el mismo que una cámara fotográfica). No nos dará la suficiente calidad como para pensar en utilizarla para retransmisiones profesionales online, pero nos facilita su uso para, por ejemplo, llevar a cabo una videoconferencia familiar, o teniéndola montada permanentemente en uno de esos pequeños trípodes de escritorio.

En su frontal, un tope reafirma la sujeción, como podemos apreciar en las fotografías que ilustran este artículo, e impide que se resbale de la parte superior del monitor.

En los laterales de la cámara podemos apreciar los micrófonos estéreo. Y, si tocamos la lente, solo al tacto podemos notar como tiene una forma similar a la de “ojo de pez”. Más adelante hablo de ello con mayor detenimiento, porque no es lo que parece.

Una vez instalada, el cuerpo de esta webcam puede rotar, permitiéndonos mostrar una parte de la habitación en la que estamos sin tener que sacarla físicamente de donde esté instalada.

Compatibilidad

Para funcionar, la webcam FHD 1080p de Aukey puede conectarse a un ordenador o dispositivo equivalente que funcione gobernado por un Microsoft Windows XP o superior, macOS 10.6 o superior, o bien Android 5.0 o superior.

Lo que me llamó más la atención de estas especificaciones es que listara Android pero no GNU/Linux, sabiendo que el anterior es un derivado de este último que funciona sobre una versión de su mismo kernel. Y, si la presente webcam de Aukey no requiere de la instalación de software para su funcionamiento en Android, quiere decir que el núcleo del sistema la reconoce por defecto. Y, en teoría, ello debe implicar que en GNU/Linux también queda reconocida.

Así que, para probar mi teoría, decidí conectarla primero a un set-top box que tengo junto al televisor de la sala de estar, el cual funciona con un Android versión 9, para comprobar si realmente con el sistema de Google funciona out-of-the-box.

Y, efectivamente, así es: a la primera, el sistema reconoció la webcam, tanto con el programa de cámara fotográfica incorporado, como con la app cliente de Jitsi Meet. El siguiente paso era, pues, la prueba con GNU/Linux.

Android 5.0 está basado en un núcleo Linux 3.14, así que cualquier distro que disponga de esta versión o una superior del kernel, debería reconocer la webcam de Aukey sin mayor esfuerzo ni requerir de instalación de software, tal y como hizo mi set-top box Android.

En mi ordenador de sobremesa tengo instalada una Ubuntu 20.04 con núcleo 5.4, más que suficiente para soportar la webcam de Aukey, así que la conecté a un puerto USB, abrí el navegador Chrome, cargué una sala de Jitsi Meet, di los permisos de micro (al detectar la cámara, también detectó su micro), y mi imagen se vio claramente en pantalla.

Superada con éxito la prueba de Linux, lo que significa que la Aukey FHP 1080p Webcam funciona tal cual y sin requerir nada más en el sistema del pingüino, me decidí a probarla en las plataformas más habituales, esto es Microsoft Windows y macOS.

Bajo Windows 10 en el mismo ordenador (que tengo con arranque dual) también ha reconocido la webcam rápidamente y sin tener que instalar nada, de la misma forma que lo ha hecho en un MacBook Pro algo vetusto (más de una década) que tengo con macOS 10.10. Configurada al instante, sin requerir de la instalación de nada, y utilizable desde el primer momento sin tener que reiniciar.

En ambos casos, también he probado su funcionamiento desde el navegador web Chrome de Google con el servicio de videoconferencia Jitsi Meet.

No necesita de software externo, pero Aukey tampoco ofrece la posibilidad de utilizar herramientas (aunque sean de terceras partes) para modificar parámetros de funcionamiento como la saturación o el brillo, y que pueden ser muy útiles en condiciones de iluminación como las que sufro yo habitualmente en mi habitación, con luz directa viniendo desde atrás.

En estos casos, solamente podemos confiar en las herramientas de configuración de los clientes de videoconferencia, algo que no todos tienen, o en soluciones de terceras partes. No obstante, el rendimiento de la Webcam 1080p de Aukey es suficientemente bueno como para que estos problemas derivados de la iluminación pasen a un segundo plano, aunque continuen estando ahí presentes.

Calidad de imagen

Como su nombre indica, esta webcam de Aukey ofrece soporte para imagen a 1080p y dispone de un sensor CMOS de 1/2,9”, pudiendo transmitir vídeo al ordenador con 30 fps.

Es suficientemente nítida, y ofrece un buen rendimiento incluso en escenarios en los que la luz viene desde atrás (o sea, que impacta directamente contra el objetivo de la cámara), que es el peor de los escenarios, ya que de forma ideal, la luz debe venir de detrás de la cámara (afirmación válida para cualquier escenario de fotografía y/o vídeo).

A lo largo de estos días he tenido la oportunidad de llevar a cabo varias pruebas comparando el rendimiento de esta webcam con el hardware que utilizo habitualmente para la realización de videoconferencias, y que no es otro que un tablet Samsung Galaxy Tab S6 Lite, con una cámara delantera (que es la que empleo por motivos obvios) que dispone de un sensor de 5 Mpx y permite una resolución de 1080p, la misma que en el caso de nuestra webcam, pero esta última con un sensor de 2 Mpx.

Comparativa de webcams
A la izquierda, imagen captada con la webcam de Aukey, mientras que a la derecha tenemos la imagen captada con la cámara frontal de un tablet Samsung Galaxy Tab S6 Lite, para poder compararla. Vemos más campo en la Aukey, y una mejor definición (clic para ver a tamaño completo).

No obstante, en una cámara no todo se reduce al pixelaje, si no que el procesado de la imagen juega de tal forma que 2 Mpx pueden rendir más que 5 si se saben tratar bien, además de depender también de otras características del sensor. Y esto es lo que parece que pasa en el caso que nos ocupa.

Contrastado con distintos interlocutores con los que he venido hablando las últimas semanas o meses, la webcam de Aukey se erige claramente en ganadora por calidad de la imagen, sin ningún tipo de pixelado, proporcionando un movimiento fluido en todo momento (más allá de la parte de esta afirmación que depende del ancho de banda de la conexión), y jugando bien con la iluminación.

La luz directa impactando desde atrás de la imagen (como he dicho antes, el peor escenario para cualquier cámara) no permite sacar el mejor rendimiento de la cámara en cuestión de imagen, pero tampoco provoca artificios de luz o efectos muy raros, solamente un aura alrededor de la figura de quien habla (en este caso, un servidor), y la sobreiluminación de alguna parte del cuerpo, como un brazo y media cara. Nada que no nos pase con otras webcams en la misma situación.

Antes he indicado que la lente presenta una forma similar a la de un “ojo de pez”, más pronunciada en el centro que en el borde, como si fuera una semiesfera un poco aplanada. Dicha forma es apreciable con solamente pasar la yema del dedo por encima de la lente (consejo: si haces esto, después limpia la lente con un paño de microfibra para evitar que la suciedad y las marcas de huellas puedan empobrecer y distorsionar la calidad de la imagen).

Pese a esto, la imagen se ve correctamente, sin la distorsión provocada por un “ojo de pez”, aunque es cierto que el campo de imagen es notablemente mayor que el de una webcam convencional de ordenador portátil o de tablet/smartphone.

Desde Aukey me han confirmado que su webcam no posee dicha estructura de “ojo de pez”.

Calidad de micrófono

Nuevamente recurro a quienes son mis interlocutores habituales en videoconferencias que mantengo de forma rutinaria, y que me han indicado que en comparación con el hardware que utilizo habitualmente, me escuchaban más claramente.

Dicho hardware no es otro que unos auriculares over-ear con micrófono integrado, conectados por Bluetooth al tablet con el que realizo habitualmente las videoconferencias.

Incluso situándome a un par de metros de la webcam y hablando con un tono de voz normal, sin elevarlo, el sonido que llega al otro lado no sufre en absoluto (bueno, se escucha un poquito más bajo, naturalmente, pero se escucha sin ningún tipo de problema).

El ruido de fondo imperante en la habitación (y procedente habitualmente de un televisor ubicado al otro lado de una pared, y que acostumbra a estar a un volumen considerable) no ha generado ninguna molestia ni crítica, al contrario de lo que había pasado con anterioridad con los auriculares que venía utilizando, y en los que el ruido de fondo molestaba a mis interlocutores.

Con esto último, Aukey demuestra que la funcionalidad de reducción de ruido de los micrófonos funciona perfectamente.

Valoración

Pudiendo encontrar esta webcam en Amazon entre otros comercios online a un precio de entre 30 y 40 €, puedo afirmar con rotundidad y sin miedo a equivocarme que vale todos y cada uno de los euros que cuesta.

Y esto porque proporciona una buena calidad -aunque no a la altura de ciertos modelos de Logitech, por ejemplo, aunque por una fracción de su precio- y, sobre todo, facilidad de instalación (plug&play puro, conectas y a disfrutarla) con una gran compatibilidad (Windows, macOS, Linux y Android como derivado de la plataforma del pingüino).

Útil para equipar a un ordenador de sobremesa que no disponga de cámara, e incluso para sustituir a la webcam integrada en un ordenador portátil, las cuales acostumbran a dar una calidad de vídeo inferior, especialmente en portátiles que ya tienen unos años.

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